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NO TEMAS

…vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. (Gen 15:1).

 

Un encuentro con Dios no es precisamente una experiencia que inspire ternura – Isaías dijo con espanto ¡Ay de mí! habiendo visto al Dios Santísimo. El pueblo de Israel tuvo la experiencia de un encuentro cercano con Dios en el monte Sinaí; truenos y relámpagos acompañando la presencia de Dios ocasionaron que el pueblo temblara y se alejara. No es para menos; estar tan cerca de la divinidad siendo como somos de indignos y pecadores, es motivo para preocuparse y ser cautelosos. Y por eso mismo es alentador que cuando Dios decide involucrarse en la historia y manifestarse a las personas, muchas veces lo hace tras la sencilla instrucción “NO TEMAS”.

No significa que Dios no sea temible, nada de eso – “sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo”  (Isa 8:13) fueron las instrucciones del profeta. Ya que su poder es eterno, su grandeza es insuperable, santo es su nombre y horrendo su castigo, tener temor es de lo más sensato.

“No temas” significa “vengo en paz”, significa “cuentas con mi auxilio” - “No temas” son palabras de empatía de parte de Dios. Cuando Dios dijo “no temas” a Abraham, este hombre estaba a punto de convertirse en el beneficiario del pacto de Dios – no tiene nada que ofrecer; ni hijo, ni mansión, ni méritos, pero Dios le extenderá por su sola gracia la bendición de una alianza perpetua – Y hasta ahora hay un galardón prometido para quien pone su fe en el Dios de Abraham.

Luego nos venimos enterando que Dios levantaría del linaje de Abraham a uno que bendecirá a todo el mundo. Aquella promesa hecha por Dios a Abraham "En tu descendiente serán benditas todas las naciones de la tierra" (Gen.22.18) se cumple en Jesucristo, el descendiente del linaje de Abraham y a la vez Hijo de Dios encarnado, que ha traído "paz en la tierra a los hombres".

Es en este descendiente prometido desde Génesis 3:15 que hombres y mujeres de todos los linajes de la tierra pueden encontrar salvación, esperanza, gozo y paz por medio de aquel que se ofreció para llevarnos de vuelta al Padre y con su sangre lavarnos del pecado - a él adoramos, por él vivimos, a él obedecemos.

El Hijo de Dios entró en la historia siendo un pariente de Abraham mismo ¿Y cuál es el encargo a María, la madre? “no temas” (Luc.1:30) ¿Y cuál es la instrucción para José, el padre putativo? “no temas” (Mat.1:20) - ¿Y qué se les dice a los pastores estupefactos por la noticia del salvador encarnado? “no temáis” (Luc.2:10) – esas mismas palabras son un consuelo para todo aquel que se acerque a Jesús en fe: “no temas”.



Dios ha venido en paz, no a condenar al mundo, sino a que el mundo sea salvo por su Hijo - Y cuando Dios se ha solidarizado con nosotros, todo temor es echado fuera – angustia, hambre, tristeza, carencia o muerte – amparados en la misericordia y cuidado de Jesucristo, no hay nada que temer; su pacto es fiel, su poder es inmenso, su bondad no acaba, su salvación es plena. No hay nada que temer si Dios es con nosotros.

 

No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

 (Luc.2:10-11)

 

 

Pensando en esto, oremos:

 

❶ Dios de paz; gracias por ser benefactor de tu pueblo – no tenemos nada que ofrecerte ni manera de retribuirte las innumerables bendiciones de cada día y la salvación de nuestras almas. Te damos gracias y disfrutamos tu favor.

❷ Señor soberano; líbranos del afán y la ansiedad, del temor y la desesperación; de la incredulidad y el desaliento – aún en las horas más difíciles se tú nuestro amparo y fortaleza.

❸ Padre misericordioso; guíanos a echar mano de tus promesas de redención; de la resurrección y la vida eterna, del árbol de vida y la consolación venidera -  que las leves tribulaciones momentáneas sólo produzcan en nuestro corazón mayor fervor y confianza en Jesucristo, tu hijo.

 
 
 

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